Bienestar en Tu Espacio de Trabajo Sep 2025

Inspiración, datos técnicos y claves para transformar tu espacio de trabajo en un entorno cómodo, saludable y funcional.

¡Dale vida a tu oficina: un espacio que te inspire!

¿Tu oficina es solo una oficina?

Un lugar con un escritorio, una silla y quizás una planta que lucha por sobrevivir. ¡Pero no tiene por qué ser así! En estos tiempos, donde pasamos tantas horas trabajando, nuestra oficina se ha convertido en una extensión de nosotros mismos. Y como tal, ¡merece ser un lugar que nos inspire, nos motive y nos haga sentir cómodos! Más allá del diseño: pensá en vos. Cuando pensamos en armar o redecorar la oficina, a menudo nos enfocamos en el “diseño”. ¿Qué es tendencia? ¿Qué es moderno? pero, ¿y si le damos una vuelta? ¿Y si empezamos a pensar en vos y en lo que vos necesitás para sentirte bien?

1. La luz, tu mejor aliada: Una buena iluminación puede cambiarlo todo. Si tenés la suerte de tener luz natural, ¡aprovechala al máximo! Abrí las cortinas, despejá las ventanas. Si no, invertí en lámparas que ofrezcan una luz cálida y no muy intensa. Tus ojos y tu ánimo te lo agradecerán.

2. El orden que te da calma: No se trata de ser un maniático del orden, sino de encontrar un equilibrio. Un escritorio despejado te ayuda a pensar con más claridad. Dedicale unos minutos al final del día a organizar tus cosas. Vas a ver la diferencia al empezar el día siguiente.

3. Un toque verde para el alma: Las plantas no solo decoran, ¡también purifican el aire y nos conectan con la naturaleza! No hace falta tener un jardín interior; con una pequeña suculenta o una planta de interior de bajo mantenimiento, ya estás sumando un granito de bienestar.

4. Tu silla: tu trono de productividad: Pasamos horas sentados, así que la silla es CLAVE. No escatimes en este punto. Buscá una que sea ergonómica, que te permita mantener una buena postura y que te sea cómoda. Tu espalda te lo va a agradecer a largo plazo.

5. Personalizá, ¡es tu espacio! Este es quizás el punto más importante. Tu oficina debe reflejar quién sos. Poné una foto de tus seres queridos, un dibujo que te guste, una frase que te inspire. Algo que te haga sonreír y te recuerde por qué hacés lo que hacés.

El diablo está en los detalles: ¡Pongámosnos técnicos (pero sin aburrir)! Sabemos que “cómodo” y “adecuado” pueden ser términos muy subjetivos. Por eso, acá te dejamos algunos números y datos clave para que tengas como guía. No son reglas de oro, sino una ayudita para que encuentres tu punto justo. Ergonomía: Cuidando tu cuerpo mientras trabajás Tu cuerpo te va a pasar factura si no lo cuidás. Una buena postura lo es todo. ¡Mirá qué fácil es lograrla! • La regla del 90°: Sentate con la espalda recta y apoyada. Tus caderas y rodillas deberían formar un ángulo de unos 90 grados, con los pies completamente apoyados en el suelo (o en un reposapiés si no llegás). Tus codos también deberían estar a 90 grados, con los antebrazos paralelos al suelo. • El monitor, a la altura de tus ojos: El borde superior de la pantalla tiene que estar a la altura de tu vista, o un poquito por debajo. Así no forzás el cuello ni para arriba ni para abajo. • Distancia ideal: ¿A qué distancia pongo la pantalla? ¡Fácil! Estirá el brazo: la punta de tus dedos debería casi rozar el monitor. Eso son unos 50-70 cm, ideal para no forzar la vista.

Iluminación: Que no te falte luz (de la buena) Una mala iluminación puede causar fatiga visual y dolores de cabeza. La unidad de medida de la luz se llama “lux”. • ¿Cuánta luz necesito? Para un trabajo de oficina general (leer, escribir, estar en la compu), lo ideal es tener entre 300 y 500 lux. Si haces tareas que requieren más detalle, como diseño gráfico o dibujo técnico, podés necesitar hasta 750 lux. • ¡Cuidado con los reflejos! La peor enemiga de tu concentración es esa luz que se refleja en la pantalla. Intenta que la fuente de luz principal (como una ventana o una lámpara de techo) esté de costado, nunca de frente o justo detrás tuyo. • La temperatura del color importa: La luz “fría” (más azulada, sobre 4000K) ayuda a la concentración, mientras que la “cálida” (más amarillenta) invita a la relajación. Una luz neutra es un buen punto de partida.

Espacio: Tu metro cuadrado de felicidad Sentirse apretado es agobiante. Para que el aire (y las ideas) fluyan, hay que pensar en el espacio.

Espacio vital por persona: Para que una persona trabaje cómoda, con su escritorio, silla y espacio para moverse, se calcula un mínimo de 7 a 10 metros cuadrados. Esto incluye su parte proporcional de los pasillos y zonas comunes.

Pasillos para moverse: Un pasillo principal por donde pasa mucha gente debería tener al menos 1.20 metros de ancho. Los pasillos secundarios, entre puestos de trabajo, con 80-90 cm suelen ser suficientes para moverse con comodidad.

• Distancia social (¡y de confort!): Si los escritorios están uno detrás del otro, asegúrate de que haya al menos 1.5 metros entre ellos. Así, dos personas pueden retirar sus sillas a la vez sin chocarse y hasta puede pasar alguien por el medio.

En resumen: Armar tu oficina no es solo poner muebles; es crear un ecosistema donde te sientas bien. Estos números son una guía para ayudarte a construir ese espacio perfecto donde tu creatividad fluya y donde trabajar sea un placer, no una carga. ¡Anímate a medir, probar y transformar tu oficina en un lugar que te invite a quedarte y a crear!

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